Su alzada oscila entre 1,43 y 1,86 metros a la cruz.
Las capas principales de este caballo son el alazán, el tordo, el bayo y el negro.
Por el cuerpo de este caballo corre sangre de caballos pura sangre árabes e ingleses de los que ha heredado el lomo y los fuertes cuartos traseros. Igualmente cuenta con la misma agilidad que éstos.
Su cuerpo es alargado, al igual que sus extremidades. Éstas son finas, fuertes y resistentes.
Los Waler australianos son animales trabadores que han demostrado a lo largo de los años su resistencia y rudeza. Son versátiles e inteligentes, adaptándose fácilmente tanto a silla como a monta, aprendiendo bien y rápido.
Originarios de Nueva Gales del Sur, los ponis Basutos (descendientes de los actuales Waler) llegan a Australia a finales del S.XVIII de la mano de los colonizadores europeos junto a otros caballos como berberiscos, pura sangre Ingleses o caballos árabes.
Desde sus inicios realizaron trabajos de conducción de ganado vacuno y ovino, demostrando su enorme resistencia a la dureza de la exigencia.
Gracias a su valentía y rudeza, esta raza llega a formar parte del regimiento de caballería del ejército australiano participando en guerras como la de los Boers o las dos guerras mundiales.
El número de éstos disminuyó tras la Segunda Guerra Mundial y se introdujo en ellos sangre nueva de caballos pura sangre árabes e ingleses.
Actualmente encontramos muchos caballos de esta raza en factoría ovinas de Australia, aunque su mayor presencia la encontramos en el cuerpo de policía y en concursos de rodeos, gracias a la docilidad e inteligencia de la que hablábamos anteriormente. Tampoco es raro encontrar ejemplares de esta raza en deportes como el polo.